martes, 21 de agosto de 2007

Dos poemas Dos.

Respuesta a una vieja discusión ociosa.
Querido Mafufeitor:

“....y yo despierta.” “Lleno de mí, sitiado en mi epidermis...”. Donde termina uno empieza el otro. El primero viene del exterior al interior (el final te marca que en realidad no es un sueño); el segundo es a la inversa. Mientras el primero desenmascara al yo como presencia en el exterior, el segundo poema desvanece al yo en su carácter congénito hasta diluirlo en el exterior. De alguna manguera -he allí donde cabe el dato histórico- están concatenados. Los dos poemas son enormes, sólo igualados – o superados, como quieras verlo- por Soledades de Góngora. Si haces una lectura concienzuda de los tres poemas, veras que no sólo están emparentados por ser una silva, sino por el formidable valor estético y profundo de las obras. Aquí la respuesta a sin en realidad Gorostiza habrá tomado en cuenta el poema de Sor Juana.

1 comentario:

Carmen Sa dijo...

aquí la respuesta a si en realidad goros...

jaja... si que se oye mafufón manflies...

pero te pasas, cómo igualar estos poemazos al poemón cagado de las soledades... la primera soledad es basura, pura pirotecnia verbal y que no indaga ni en el interior ni en el exterior, habla mucho para decir poco: un guey que naufragó en una isla, se encontró pastorcitos "rústicos", muy chilos , muy cordiales, hubo una boda, alabanza de campo menosprecio de aldea, locus amoenus. etc... chupadas...
mejor los hubieras igualado con el canto a un dios mineral, de perdis a tierra baldía, o al cementario marino... qé se yo